Los rastros del muro forman el mejor de los museos en el que se pueden revivir tiempos de angustia por la división, los campos de concentración exponen sus secretos mejor guardados sobre las consecuencias de un fascismo exacerbado y los búnkeres transmiten el terror que un día mantuvo a la ciudad oculta por el miedo.
La capital alemana tiene una gran historia que contar a sus visitantes. Asolada durante la Segunda Guerra Mundial y dividida por el Muro durante 28 años, Berlín recupera su antiguo esplendor a pasos de gigante.
Los edificios de arquitectura moderna borran con grandes pinceladas el oscuro pasado de la ciudad, creando un ambiente especial donde lo clásico se mezcla con lo moderno y lo extravagante con lo cotidiano.
Berlín es la ciudad más poblada de Alemania con más de tres millones y medio de habitantes.
El turismo en Berlín ofrece un amplio abanico de actividades, visitas y excursiones excitantes que logran que el visitante forme parte de su historia y que le encante.
Moneda
Al igual que en la mayoría de los países de Europa, la moneda oficial de Berlín es el Euro.
Hora oficial
La hora oficial de Berlín es la misma que la de España, GMT+1 durante el invierno y GMT+2 en verano.
Asistencia sanitaria
Al igual que en el resto de Europa, para recibir asistencia sanitaria gratuita en Berlín es necesaria la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE). Esta tarjeta es gratuita y para obtenerla sólo es necesario presentar el DNI en cualquier centro de la Seguridad Social.
Electricidad y enchufes
En Berlín no vais a tener ningún problema con los enchufes ya que son iguales que los españoles, tienen dos salidas redondas y su voltaje es de 220V.
Teléfonos de interés
Emergencias: 112.
Policía: 110.
Prefijo de Alemania: 49.
Prefijo de Berlín: 30.
Lugares imprescindibles que visitar en Berlín.
El Muro de Berlín dividió la ciudad en dos partes durante 28 años. Conoce los detalles de su construcción, caída e historia, y descubre dónde ver los restos del que se convirtió en símbolo de la Guerra Fría.
La construcción del Muro de Berlín y, especialmente su caída, han formado parte de los momentos más importantes de la historia del siglo XX. Este muro dividió Berlín en dos partes durante 28 años, separando a familias y amigos.
Al finalizar la II Guerra Mundial, tras la división de Alemania, Berlín también quedó dividida en cuatro sectores de ocupación: soviético, estadounidense, francés e inglés. Las malas relaciones entre los comunistas y los aliados fueron creciendo hasta llegar al punto en que surgieron dos monedas, dos ideales políticos y, finalmente, dos alemanias.
En 1949, los tres sectores occidentales (estadounidense, francés y británico) pasaron a llamarse República Federal Alemana (RFA) y el sector oriental (soviético) se convirtió en la República Democrática Alemana (RDA).
Berlín quedó dividida y se crearon 81 puntos de paso entre las dos zonas de la ciudad.
La maltrecha economía soviética y la floreciente Berlín occidental hicieron que hasta el año 1961 casi 3 millones de personas dejaran atrás la Alemania Oriental para adentrarse en el capitalismo.
La RDA comenzó a darse cuenta de la pérdida de población que sufría (especialmente de altos perfiles) y, la noche del 12 de agosto de 1961, decidió levantar un muro provisional y cerrar 69 puntos de control, dejando abiertos sólo 12.
A la mañana siguiente, se había colocado una alambrada provisional de 155 kilómetros que separaba las dos partes de Berlín. Los medios de transporte se vieron interrumpidos y ninguno podía cruzar de una parte a otra.
Durante los días siguientes, comenzó la construcción de un muro de ladrillo y las personas cuyas casas estaban en la línea de construcción fueron desalojadas.
Con el paso de los años, hubo muchos intentos de escape, algunos con éxito, de forma que el muro fue ampliándose hasta límites insospechados para aumentar su seguridad.
El Muro de Berlín acabó por convertirse en una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura, con un interior formado por cables de acero para aumentar su resistencia. En la parte superior colocaron una superficie semiesférica para que nadie pudiera agarrarse a ella.
Acompañando al muro, se creó la llamada «franja de la muerte», formada por un foso, una alambrada, una carretera por la que circulaban constantemente vehículos militares, sistemas de alarma, armas automáticas, torres de vigilancia y patrullas acompañadas por perros las 24 horas del día. Tratar de escapar era similar a jugar a la ruleta rusa con el depósito cargado de balas. Aun así, fueron muchos los que lo intentaron.
En 1975, 43 kilómetros del muro estaban acompañados de las medidas de seguridad de la franja de la muerte, y el resto estaba protegido por vallas.
Entre 1961 y 1989 más de 5.000 personas trataron de cruzar el Muro de Berlín y más de 3.000 fueron detenidas. Alrededor de 100 personas murieron en el intento, la última de ellas el 5 de febrero de 1989.
En el Museo del Muro de Checkpoint Charlie se narran las historias más curiosas de cómo la gente consiguió cruzar el muro.
La caída del muro vino motivada por la apertura de fronteras entre Austria y Hungría en mayo de 1989, ya que cada vez más alemanes viajaban a Hungría para pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal Alemana. Este hecho, motivó enormes manifestaciones en Alexanderplatz que llevaron a que, el 9 de noviembre de 1989 el gobierno de la RDA afirmara que el paso hacia el oeste estaba permitido.
Ese mismo día, miles de personas se agolparon en los puntos de control para poder cruzar al otro lado y nadie pudo detenerlos, de forma que se produjo un éxodo masivo.
Al día siguiente, se abrieron las primeras brechas en el muro y comenzó la cuenta atrás para el final de sus días.
Una vez liberados, familias y amigos pudieron volver a verse después de 28 años de separación forzosa.
La parte más importante que se ha mantenido en pie se encuentra en la zona conocida como East Side Gallery. Allí se pueden recorrer 1,3 kilómetros del muro decorado con impresionantes pinturas que reflejan multitud de acontecimientos relacionados con el muro.
En la exposición denominada Topografía del Terror, situada junto a Checkpoint Charlie, también se pueden encontrar importantes restos del muro.
La Puerta de Brandeburgo, antigua puerta de entrada a Berlín, se ha convertido en uno de los principales iconos de la capital alemana y es símbolo del triunfo de la paz sobre las armas.
La Puerta de Brandeburgo (Brandenburger Tor) es una de las antiguas puertas de entrada a Berlín además de uno de los símbolos más importantes de la ciudad. En español el nombre más correcto es Puerta de Brandeburgo, aunque también se la conoce como Puerta de Brandemburgo o Brandenburgo.
Inaugurada en 1791 junto a la Pariser Platz, la Puerta de Brandeburgo es un símbolo del triunfo de la paz sobre las armas.
Se trata de una enorme construcción de 26 metros de alto que, con su estilo neoclásico, recuerda a las construcciones de la Acrópolis de Atenas.
En 1795, el monumento fue coronado con una cuadriga de cobre que representa a la Diosa de la Victoria en un carro tirado por cuatro caballos en dirección a la ciudad. La estatua que se puede ver hoy en día, es una copia hecha en Berlín oeste en 1969, ya que la original quedó destruida durante la Segunda Guerra Mundial.
Aunque la puerta tiene cinco entradas, desde su construcción hasta el año 1918, el paso central de la puerta sólo podía ser utilizado por miembros de la familia real y algunos pocos afortunados.
Tras su construcción, la Puerta de Brandenburgo de Berlín gozó del esplendor que le correspondía viendo pasar bajo sus arcos a los miembros de la realeza, las tropas de Napoleón y presenciando algunos desfiles nazis.
La tranquilidad de la Puerta de Brandeburgo terminó tras la llegada de la Segunda Guerra Mundial, que causó graves daños a la estructura y prácticamente destruyó la cuadriga.
En 1956, ambas partes de la ciudad dividida aunaron sus fuerzas para la reconstrucción de la puerta. Fue en 1961, tras la construcción del Muro de Berlín, cuando la puerta quedó perdida en tierra de nadie, atrapada entre el este y el oeste, sin que prácticamente nadie tuviera acceso a ella.
Tras la reunificación de la ciudad, la Puerta de Brandeburgo, después de tantos disgustos, por fin recuperó el lugar que se merece.
Tanto de día como de noche, la Puerta de Brandeburgo es uno de los puntos más importantes y agradables de ver en Berlín. Los turistas se agolpan continuamente frente a su majestuoso semblante para tomar la fotografía más representativa de su viaje a Berlín.
La Puerta de Brandeburgo se encuentra a escasa distancia de algunos otros lugares emblemáticos de la ciudad, como son el edificio del Parlamento, Pariser Platz o la Potsdamer Platz.
Ubicación
Pariser Platz.
Transporte
Metro: Brandenburger Tor, línea U55.
Tren: Brandenburger Tor, líneas S1, S2 y S25.
Lugares próximos
Pariser Platz (103 m)
Monumento al Holocausto de Berlín (267 m)
Parlamento Alemán de Berlín (288 m)
Potsdamer Platz (771 m)
Unter den Linden (909 m)
Construida entre 1894 y 1905, la Catedral de Berlín (Berliner Dom) es el edificio religioso más representativo de la ciudad. Conoce todo sobre esta «catedral» que no ha alojado nunca a un obispo católico.
La Catedral de Berlín (Berliner Dom) se alza majestuosa en las proximidades del Río Spree, coronada por una cúpula de cobre de color verdoso.
Se trata del edificio religioso más representativo de Berlín, situado enfrente del jardín Lustgarten, entre la Isla de los Museos y el solar antes ocupado por el Palacio Imperial.
El edificio de la Catedral de Berlín fue construido entre los años 1894 y 1905 sobre los cimientos de una pequeña catedral barroca de 1747, justo enfrente del Palacio Imperial.
Esta cercanía con el palacio convertía la catedral en la principal iglesia de la corte de la dinastía Hohenzollern, además de ser el lugar en el que se daba sepultura a los miembros de la familia.
En 1944, al igual que la mayoría de los edificios de Berlín, el templo quedó arrasado por una bomba que cayó sobre la cúpula, causando graves daños al interior.
Aunque las tareas de reconstrucción comenzaron en 1975, fueron largas y costosas y no se vieron finalizadas hasta el año 2002.
Una vez en el interior de la catedral llaman especialmente la atención tanto el recinto del altar, realizado en mármol blanco y ónix amarillo, como el imponente órgano de transmisión neumática.
También resulta interesante el acceso que utilizaba la pareja imperial cuando acudía a la catedral, ya que poseía una escalera propia con todo tipo de lujos, a través de la cual llegaban hasta el Palco Imperial.
Los sótanos de la Catedral de Berlín guardan un importante tesoro, la Cripta de los Hohenzollern, conocida por alojar los sarcófagos de los miembros de la dinastía Hohenzollern.
En la cripta se pueden ver más de 90 tumbas de los miembros de la familia imperial fallecidos desde finales del siglo XVI hasta principios del siglo XX.
A través de los suntuosos sarcófagos y ataúdes, se documentan más de 500 años de cultura funeraria de Brandenburgo y Prusia.
El trayecto hacia la cúpula se realiza por un camino algo desastroso, como si se fuera a llegar a un desván abandonado, pero, tras subir los 270 peldaños que llevan hasta lo alto de la cúpula de la catedral, se puede disfrutar de unas preciosas vistas del centro de Berlín que hacen que realmente valga la pena el ascenso.
Ubicación
Am Lustgarten, 1.
Horario
Desde el 1 de abril hasta el 30 de noviembre:
De lunes a sábado: de 9:00 a 20:00 horas.
Domingos y festivos: de 12:00 a 20:00 horas.
Desde el 1 de octubre hasta el 31 de marzo:
De lunes a sábado: de 9:00 a 19:00 horas.
Domingos y festivos: de 12:00 a 19:00 horas.
Precio
Adultos: 7 €
Estudiantes: 5 €
Transporte
Tren: Hackescher Markt, líneas S5, S7, S9 y S75.
Lugares próximos
Museo de la DDR (88 m)
Museo Antiguo de Berlín (163 m)
Museo Nuevo de Berlín (234 m)
Antigua Galería Nacional de Berlín (259 m)
Museo de Historia Alemana (302 m)
Alexanderplatz ha estado considerada el centro de Berlín desde la Edad Media. Conoce la historia de la plaza más turística de Berlín, que alberga la Torre de Televisión y el famoso Reloj Mundial.
Ya en la Edad Media, cuando era conocida como Ochsenmarkt o «Mercado del Buey», Alexanderplatz estaba considerada el centro de Berlín. Actualmente Alex, como la llaman muchos berlineses, continúa siendo uno de los principales puntos de reunión de la capital.
Aunque a finales de la guerra la zona estuvo completamente desolada por los bombardeos, durante las casi tres décadas en las que Berlín estuvo dividida, Alexanderplatz fue el centro del Berlín Oriental.
En los años 60, como parte de su plan para reformar su sector de la ciudad, la República Democrática Alemana amplió Alexanderplatz y la hizo peatonal. Para demostrar el poder de su gobierno, en 1969 levantaron la Torre de Televisión de Berlín (Fernsehturm), que a día de hoy sigue siendo uno de los edificios más altos de Europa.
El acontecimiento más importante acaecido en Alexanderplatz fueron las protestas del 4 de noviembre de 1989. Ese día, medio millón de personas se manifestaron contra el gobierno comunista. Cinco días después, el 9 de noviembre, el gobierno anunció la libertad para cruzar el Muro de Berlín.
Aunque cuando uno llega hasta la Torre de la Televisión desde el centro de Berlín puede pensar que la plaza donde se encuentra es Alexanderplatz, lo cierto es que la plaza «original» se encuentra detrás de la torre. Actualmente todo está considerado lo mismo.
En la plaza original, además de algunos bares y de la Galería Kaufhof, un centro comercial al más puro estilo «Corte Inglés», hay que fijarse en el Reloj Mundial, que señala la hora de todas las ciudades del mundo, y en la Fuente de la Amistad entre los Pueblos. Ambos monumentos fueron añadidos en 1969.
En la plaza ajardinada de la parte oeste de la torre se pueden destacar tres interesantes monumentos: la Iglesia Marienkirche, construida en 1380, la Fuente de Neptuno y el Ayuntamiento Rojo que, aunque fue utilizado por el gobierno, el nombre proviene del color de su ladrillo.
Desde Alexanderplatz parten las grandes avenidas construidas durante la época comunista. Merece la pena destacar la Karl-Marx-Allee, una amplia avenida en la que es posible apreciar la arquitectura soviética.
Ubicación
Alexanderplatz, al este de Berlín.
Transporte
Metro: Alexanderplatz, líneas U2, U5 y U8.
Tren: Alexanderplatz, líneas S5, S7, S9 y S75.
Autobús: Alexanderplatz, líneas TXL, M48, 100, 200 y 248.
Tranvía: M4, M5 y M6.
Lugares próximos
Torre de Televisión de Berlín (Fernsehturm) (284 m)
Museo de la DDR (797 m)
Catedral de Berlín (879 m)
Antigua Galería Nacional de Berlín (1 km)
Museo Antiguo de Berlín (1 km)
Kurfürstendamm, llamada coloquialmente Ku´Damm, es la calle más visitada de Berlín, lugar de ocio por excelencia de berlineses y turistas. Conoce todo lo que tiene para ofrecer a sus visitantes.
La avenida Kurfürstendamm, llamada coloquialmente Ku´Damm, es la calle más popular de Berlín junto a Unter den Linden. Kurfürstendamm comienza junto a la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm y se extiende más de tres kilómetros hacia el oeste, hasta llegar a la zona residencial de Halensee.
Aunque hasta finales del siglo XIX Kurfürstendamm fue poco más que un sendero, a principios del siglo XX se convirtió en el lugar de reunión preferido de intelectuales y artistas. Fue en esta época cuando surgieron los primeros teatros, cafés, cabarets y clubs nocturnos.
Durante la Segunda Guerra Mundial la zona fue gravemente dañada por los bombardeos aliados y no fue hasta entrados los años 50 cuando comenzó a recuperarse.
Durante los 28 años que Berlín estuvo dividida por el Muro, si Alexanderplatz fue el centro neurálgico del Berlín Comunista, Kurfürstendamm lo fue del Berlín Occidental.
Los millones de marcos que comenzó a insuflar el Gobierno de Alemania Occidental para ayudar a la recuperación de Berlín Este hicieron que tiendas, restaurantes y empresas se fueron estableciendo en la zona.
Con la reunificación de Berlín, Kurfürstendamm perdió levemente el estatus como centro de la ciudad y Potsdamer Platz ganó este título.
La parte alta de Kurfürstendamm y su continuación, Tauentzienstraße, forman uno de los principales distritos comerciales de Berlín. En esta zona se concentran las principales tiendas de moda (la mayoría, franquicias internacionales), electrónica y deportes de la ciudad.
En esta zona también se encuentran varios centros comerciales, entre los que merece la pena destacar KaDeWe, el «Harrods de Berlín» (junto al metro Wittenbergplatz). Como curiosidad, su nombre es un acrónimo de Kaufhaus des Westens, en castellano, Grandes Almacenes del Oeste.
La parte baja de la calle es mucho más tranquila y sus tiendas más selectas.
Ubicación
Kurfürstendamm, al oeste de Berlín.
Transporte
Metro: Kurfürstendamm, línea U1 y U9.
Tren: Zoologischer Garten, líneas S5, S7, S9 y S75.
Lugares próximos
Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm (1.4 km)
Museo Berggruen (2.4 km)
Palacio Charlottenburg (2.6 km)
Potsdamer Platz (4.1 km)
Museo Alemán de Tecnología (4.2 km)
El antiguo edificio del Reichstag es la sede del Parlamento Alemán en Berlín. Descubre cómo reservar para visitar la cúpula del Parlamento, uno de los símbolos de la capital alemana.
El antiguo edificio del Reichstag es la sede del Parlamento Alemán (Bundestag Alemán). Se trata de un edificio histórico con aspecto de templo clásico, coronado por una gran cúpula moderna por la que se puede transitar.
Situado junto a la línea que marca el Muro de Berlín, el Reichstag permaneció casi 29 años separado de la cercana Puerta de Brandenburgo.
La construcción del edificio del parlamento se vio finalizada en el año 1894. Durante sus primeros años, albergó a las fuerzas políticas alemanas hasta que, con el fin de la I Guerra Mundial, obreros y soldados ocuparon el edificio y se declaró la República de Weimar.
Con la llegada de los nazis al poder, dio comienzo una política de represión e intimidación que hizo que el Parlamento perdiera su poder. En 1933, el edificio fue víctima de un sospechoso incendio del que nunca se supo el culpable. La postura adoptada fue la de acusar a un supuesto agitador comunista holandés, saliendo completamente beneficiados los nazis.
Hitler, aprovechando la situación, abolió la mayoría de los derechos fundamentales de la Constitución de 1919 de la República de Weimar.
Tras la II Guerra Mundial, el edificio del parlamento quedó destruido y hubo un intenso debate acerca de su derribo o reconstrucción. Finalmente, en 1956 optaron por reconstruirlo aunque sin rehacer su cúpula original.
Tras la subida en el ascensor os harán entrega de una audioguía que os acompañará durante la visita. En ese momento, os encontraréis con el elemento más espectacular del edificio, la cúpula de cristal que se encuentra situada directamente sobre la Sala de Plenos del Parlamento.
La cúpula, rediseñada por el arquitecto Norman Foster para la reconstrucción del edificio, pretende ser un elemento simbólico con el que queda patente que ese lugar es el centro de la democracia parlamentaria y, el pueblo, desde la parte superior, puede ver que todos los asuntos son llevados con claridad.
En el interior de la cúpula, se pueden ver multitud de fotografías antiguas a través de las cuáles se describe la historia del Parlamento mediante sus momentos más importantes.
En la parte superior se puede salir a la calle, aunque las vistas no son demasiado buenas si las comparamos con las que se obtienen desde la Torre de la Televisión o desde la Catedral de Berlín.
Actualmente es necesario realizar una reserva de forma anticipada para poder visitar el Parlamento.
Ubicación
Platz der Republik, 1.
Horario
Todos los días de 8:00 a 24:00 horas (Última entrada a las 22:00 horas.)
Precio
Entrada gratuita.
Transporte
Metro: Bundestag, línea U55.
Autobús: línea 100.
Lugares próximos
Puerta de Brandeburgo (288 m)
Pariser Platz (326 m)
Monumento al Holocausto de Berlín (555 m)
Potsdamer Platz (1 km)
Unter den Linden (1 km)
Los tours por la ciudad subterránea de Berliner Unterwelten te harán retroceder a la Segunda Guerra Mundial y a la Guerra Fría. Conoce los secretos que se ocultan bajo el suelo de Berlín.
Aunque inicialmente Hitler aseguró que la Luftwaffe alemana no dejaría que ningún otro país bombardeara las ciudades alemanas, cuando comenzó el declive alemán en la II Guerra Mundial, comenzó la construcción de búnkeres en las principales ciudades, especialmente en Berlín.
Durante la Guerra Fría, este sistema de túneles y búnkeres adquirió especial importancia y en algunos casos fue mejorado y preparado para un posible conflicto.
Ninguna de las dos alemanias invirtió demasiado tiempo en crear nuevos búnkeres o en preparar estos para un conflicto nuclear, ya que la posibilidad de ataques nucleares era despreciable por tratarse de una ciudad dividida.
Durante el recorrido de los tours del Underwelten Museum, un guía acompaña a los visitantes a través de las entrañas de uno de los más de 3.000 búnkeres que ocupan las entrañas de la capital alemana.
Recorriendo el subsuelo, podréis conocer cómo se utilizaron los búnkeres durante la guerra, quién los utilizó y cuánta gente llegó a meterse en ellos durante los últimos días de conflicto, además de interesantes y sobrecogedoras historias que ocurrieron entre sus paredes de hormigón.
La empresa, sin ánimo de lucro, ofrece tours en varios idiomas incluido el español. No se admiten reservas ni compra anticipada, por lo que recomendamos llegar con tiempo suficiente para poder realizar la visita en el idioma deseado.
Dependiendo del día que hagáis la excursión, el recorrido que se realiza puede variar entre las siguientes opciones, todas ellas igual de interesantes:
Recorrido clásico: Durante el recorrido clásico, se realiza la visita a un refugio atómico y posteriormente se recorren las instalaciones de un refugio antiaéreo original de la II Guerra Mundial.
Mundos en tinieblas: Durante los ataques aéreos llevados a cabo durante la II Guerra Mundial se destruyó cerca del 80% de la ciudad de Berlín. A través de la visita a uno de los pocos búnkeres que se conserva intacto, podréis descubrir cómo era el día a día de los berlineses que se aglomeraban en su interior intentando sobrevivir.
«De Torre de Protección» a «Montaña de Escombros»: Hitler mandó construir varias fortalezas antiaéreas para proteger a la población civil. Durante el recorrido por dos de las plantas de una de las torres, el guía os pondrá al tanto de la historia y los usos de esta gran estructura.
Metro, bunker y Guerra Fría: A través de esta visita a los refugios subterráneos se muestra a los visitantes la historia de Berlín desde una perspectiva poco convencional.
El Muro y sus rupturas: En este recorrido, se ponen de manifiesto las historias de los túneles de fuga, las galerías subterráneas que fueron delatadas, algunas que fracasaron y otras que fueron un gran éxito.
La “Máquina del Tiempo” Fichtebunker: Se trata de un antiguo gasómetro, con más de 130 años, que fue convertido en búnker durante la II Guerra Mundial. Después, el edificio fue utilizado de las más diversas e insólitas maneras.
Excepto que tengáis claustrofobia o los espacios pequeños os resulten demasiado incómodos, las visitas de Berliner Unterwelten os harán regresar al Berlín de finales de la Segunda Guerra Mundial. Todos los tours van a superar vuestras expectativas.
Ubicación
Brunnenstraße, 105.
Horario
Horario de taquilla: todos los días de 10:00 a 16:00 horas (aproximadamente, varía en algunas fechas).
Los horarios de los tours pueden variar.
Precio
Tour de «Mundos en tinieblas»:
Adultos: 12 €
Estudiantes: 10 €
Tour de «Torre de protección» a «Montaña de escombros»:
Adultos: 12 €
Estudiantes: 10 €
Tour de los búnkeres:
Adultos: 12 €
Estudiantes: 10 €
Tour de «Los escapes bajo el muro de berlín»:
Adultos: 15 €
Estudiantes: 12 €
Exposición «Mito de Germania»:
Adultos: 6 €
Estudiantes: 5 €
Transporte
Metro: Gesundbrunnen, línea U8.
Tren: Gesundbrunnen, líneas S1, S2, S25, S41 y S42.
Lugares próximos
Hamburger Bahnhof (2.5 km)
Tacheles (2.6 km)
Museo Bode (2.9 km)
Museo de Pérgamo (3 km)
Antigua Galería Nacional de Berlín (3.1 km)
Oculta detrás de un trozo del muro que se mantiene prácticamente intacto, se encuentra un solar en el que se sitúa la Topografía del Terror, un lugar con una historia escalofriante.
En 1933 el edificio neobarroco que ocupaba ese lugar se convirtió en la sede de la temida GESTAPO, la Policía Secreta del Estado. Los que se oponían al régimen de Hitler acababan allí, donde eran sometidos a interrogatorios y continuas torturas en los sótanos del edificio.
Los textos y fotografías de la Topografía del Terror, detallan la sórdida historia del aparato de seguridad de Hitler entre los años 1933 y 1945.
Para la gente especialmente interesada en la historia, la Topografía del Terror es un lugar realmente interesante, pero es necesario tomarse bastante tiempo para leer los textos que acompañan a cada una de las fotografías.
Es importante tener en cuenta que toda la información está en inglés.
Se pueden buscar diversas razones, pero por alguna de ellas el edificio principal de la Luftwaffe, las Fuerzas Aéreas Alemanas, no fue bombardeado durante la guerra.
El edificio de la Luftwaffe es el gran bloque que se encuentra junto a la Topografía del Terror y que se puede ver en nuestra segunda foto.
Ubicación
Niederkirchnerstraße, 8.
Horario
Todos los días de 10:00 a 20:00 horas.
Precio
Entrada gratuita.
Transporte
Metro: Kochstraße, línea U6.
Tren: Anhalter Bahnhof, líneas S1, S2 y S25.
Lugares próximos
Checkpoint Charlie (462 m)
Museo Checkpoint Charlie (478 m)
Potsdamer Platz (771 m)
Monumento al Holocausto de Berlín (864 m)
Museo Judío de Berlín (922 m)
Formado por 2.711 bloques de hormigón de diferentes alturas, el Monumento al Holocausto de Berlín es una joya arquitectónica construida en memoria de los judíos asesinados en Europa que recuerda de uno de los episodios más oscuros de la humanidad.
Edificado en las cercanías de la Puerta de Brandenburgo entre los años 2003 y 2005, el monumento en memoria de los judíos asesinados en Europa pretende enfrentarse a la noción de monumento en sí misma. La traducción literal del nombre alemán es «Monumento memorial a los judíos asesinados en Europa».
Se trata de una cuadrícula formada por 2.711 bloques de hormigón de diferentes alturas, que permite que los visitantes elijan su camino de entrada y salida como si se tratara de un laberinto.
Desde el sureste del monumento, se puede acceder a un espacio subterráneo en el que se ubica el centro de información.
La visita al centro de información comienza con un repaso a la política nacionalsocialista de exterminio llevada a cabo entre 1933 y 1945.
En la siguiente parte de la exposición, se pueden leer los testimonios de algunas personas además de la historia de diferentes familias antes, durante y después de la persecución.
Una de las salas más impactantes, es la que muestra sus paredes cubiertas con los nombres y los años de nacimiento y muerte de las víctimas del holocausto.
La lectura de los nombres y biografías de la forma en la que se presentan podría durar más de 6 años.
El Monumento al Holocausto provoca una gran diversidad de opiniones entre sus visitantes.
Ubicación
Cora-Berliner-Straße, 1.
Horario
Monumento: todos los días, 24 horas.
Centro de información
Desde abril hasta septiembre, de martes a domingo: de 10:00 a 20:00 horas.
Desde octubre hasta marzo: de 10:00 a 19:00 horas.
Precio
Entrada gratuita.
Transporte
Metro: Potsdamer Platz y Mohrenstrasse, línea U2.
Tren: Unter den linden y Potsdamer Platz, líneas S1, S2 y S26.
Autobús: líneas 100, 123, 148, 200, M41 y TXL.
Lugares próximos
Puerta de Brandeburgo (267 m)
Pariser Platz (270 m)
Parlamento Alemán de Berlín (555 m)
Potsdamer Platz (584 m)
Topografía del Terror (864 m)
La Iglesia del Kaiser Wilhelm fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que se tomó la decisión de crear un monumento conmemorativo con los restos de la iglesia para recordar la insensatez de la guerra.
La iglesia neorrománica Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche (iglesia en recuerdo del emperador Guillermo) fue construida bajo el mandato del Káiser Guillermo II en honor a su abuelo, el Káiser Guillermo I. La iglesia no fue un edificio de especial importancia hasta que quedó destrozada por las bombas de los ataques aliados durante la II Guerra Mundial.
En 1950 se hicieron planes para la demolición de la iglesia, pero los ciudadanos se negaron y se tomó la decisión de crear un monumento conmemorativo con sus restos.
Su exterior magullado y ennegrecido pretende recordar la insensatez de la guerra. En el interior, una pequeña exposición muestra algunas fotos de la época en la que la iglesia quedó destrozada por los bombardeos.
Enfrente de la entrada de la Iglesia del Kaiser Wilhelm se construyó una moderna capilla (llamada Iglesia Nueva) formada por cristales azules que reflejan una preciosa luz en su interior.
En la parte trasera de la iglesia, se encuentra un edificio octogonal repleto de ventanales azules que se construyó como campanario en 1960. Actualmente alberga una tienda de recuerdos.
La forma de los tres edificios hace sean llamadas de forma coloquial: «la polvera, la muela picada y el pintalabios».
La Iglesia del Kaiser Wilhelm es uno de los monumentos más interesantes de Berlín. Su peculiar aspecto de castillo derruido le otorga un encanto especial que realmente logra su objetivo: recordar a todo el que la vea que, mediante la guerra, sólo se logra destruir personas y tesoros arquitectónicos.
Ubicación
Breitscheidplatz.
Horario
Todos los días de 9:00 a 19:00 horas.
Precio
Entrada gratuita.
Transporte
Metro: Kurfürstendamm, líneas U1 y U9; Zoologischer Garten, líneas U2 y U9.
Tren: Zoologischer Garten, líneas S5, S7, S9 y S75.
Autobús: líneas M19, M29, M46, X9, X10, X34, 100, 109, 110, 145, 200, 204 y 245.
Lugares próximos
Kurfürstendamm (1.4 km)
Potsdamer Platz (2.7 km)
Museo Alemán de Tecnología (2.9 km)
Museo Berggruen (3.1 km)
Monumento al Holocausto de Berlín (3.1 km)
Con 368 metros de altura, la Torre de la Televisón de Berlín es el edificio más alto de Alemania. Desde su mirador, se obtienen vistas panorámicas insuperables de Berlín.
La Torre de la Televisión de Berlín (Fernsehturm), erigida en 1969, fue durante años el orgullo de la RDA, una torre construida para mostrar la superioridad del comunismo sobre el capitalismo.
La torre, con 368 metros de altura, es la estructura más alta de Alemania. Está situada en el centro de Alexanderplatz, la plaza más importante de la República Democrática Alemana (zona soviética).
Una curiosidad de la torre es que el cristal que cubre la parte principal de la estructura hace que, cuando refleja el sol de la mañana, se vea una cruz en el centro de la esfera. Este fenómeno hizo que los occidentales llamaran al símbolo del poder soviético «La Venganza del Papa», echando por tierra la propaganda comunista.
Aunque hay varios miradores distribuidos por la ciudad, las vistas desde la Torre de la Televisión son las más completas que se pueden obtener en Berlín.
Desde la plataforma de observación, situada a 203 metros de altura, se pueden observar las diferencias arquitectónicas de la ciudad y las principales avenidas comunistas.
El restaurante giratorio de la Torre de la Televisión de Berlín, situado unos metros por encima del mirador, ofrece las mejores vistas de la ciudad acompañadas de algunos platos típicos berlineses. El precio no es mucho mayor que el de otros restaurantes de Berlín.
Ubicación
Alexanderplatz.
Horario
Desde marzo hasta octubre: todos los días de 9:00 a 00:00 horas.
Desde noviembre hasta febrero: todos los días de 10:00 a 00:00 horas.
Precio
Adultos: 18,50 €
Estudiantes: 14,50 € (disponibles únicamente en la taquilla).
Niños de 3 a 14 años: 9,50 €
Menores de 3 años: entrada gratuita.
Berlín Welcome Card: 25% de descuento.
Entrada a la Torre de la Televisión 22.5 €
Transporte
Metro: Alexanderplatz, líneas U2, U5 y U8.
Tren: Alexanderplatz, líneas S5, S7, S9 y S75.
Autobús: Alexanderplatz, líneas TXL, M48, 100, 200 y 248.
Tranvía: M4, M5 y M6.
Lugares próximos
Alexanderplatz (284 m)
Museo de la DDR (513 m)
Catedral de Berlín (596 m)
Museo Antiguo de Berlín (738 m)
Antigua Galería Nacional de Berlín (747 m)
El Palacio Charlottenburg, construido entre 1695 y 1699 en un estilo barroco, fue diseñado como lugar de veraneo de Sofía Carlota, segunda esposa de Federico III.
Tras la coronación de Federico como Rey de Prusia, en 1702, el Palacio Charlottenburg fue remodelado para su ampliación, aunque la reina Sofía Carlota no vivió para ver la obra finalizada. En 1705, tras su muerte, el palacio, antes llamado Lietzenburg, y el distrito en el que se encuentra, pasaron a llamarse Charlottenburg en su honor.
En 1943, los bombardeos de la fuerza aérea británica sobre Berlín destruyeron parcialmente el palacio y una gran parte de la decoración del edificio que no pudo ser restaurada por completo.
Durante la visita se recorren las diferentes estancias del Palacio Charlottenburg mientras el audio guía narra las historias acontecidas en cada una de ellas, transportando al visitante a la época en la que la realeza disfrutaba del palacio.
Aunque en algunas de las salas se conservan los muebles y la decoración original de techos y paredes, la segunda planta no tuvo demasiada suerte durante los bombardeos y los frescos de los techos y la decoración de las paredes no pudieron salvarse.
Probablemente, uno de los mayores atractivos del palacio sean sus extensos y cuidados jardines, diseñados en 1697 con un estilo francés barroco y reformados en 1788 al estilo inglés. Tras los destrozos producidos en el jardín tras la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruido una vez más en el año 2001, dándole de nuevo un estilo barroco.
Los jardines del Palacio Charlottenburg constituyen un remanso de paz en la ciudad de Berlín, donde se pueden pasar horas recorriéndolos, descansando junto al lago o visitando la Casita de Té Belvedere, una pequeña construcción de 1788.
Resulta interesante recorrer las estancias del Palacio Charlottenburg ya que la mayoría de ellas se encuentran decoradas como lo estaban en el pasado y pueden transportarnos atrás en el tiempo, cuando aún se encontraban llenas de vida.
Ubicación
Spandauer Damm, 20-24.
Horario
Desde abril hasta octubre: de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.
Desde noviembre hasta marzo: de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas.
Lunes: Cerrado.
Precio
Palacio viejo:
Adultos: 10 €
Estudiantes: 7 €
Ala nueva:
Adultos: 10 €
Estudiantes: 7 €
Belvedere:
Adultos: 4 €
Estudiantes: 3 €
Todo incluido:
Adultos: 17 €
Estudiantes: 13 €
Transporte
Metro: Richard-Wagner-Platz, línea U7.
Lugares próximos
Museo Berggruen (214 m)
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Hamburger Bahnhof (5.2 km)
El Campo de Concentración de Sachsenhausen fue uno de los más importantes de la Alemania Nazi y es una visita imprescindible si viajas a Berlín. Conoce su historia y cómo visitarlo.
El Campo de Concentración de Sachsenhausen fue construido en 1936 por prisioneros de otros campos de concentración. El recinto, ideado como campo de concentración «típico e ideal», trataba de plasmar la imagen del mundo del nacionalsocialismo y someter a los prisioneros al poder de las SS.
Entre 1936 y 1945 más de 200.000 presos «vivieron» en el campo de concentración. Los primeros prisioneros eran adversarios políticos del régimen nacionalsocialista,pero, más tarde, comenzaron a apresar también a algunos grupos que los nazis consideraban inferiores tanto racial como biológicamente.
Fueron muchos miles los que perecieron debido a las enfermedades, los trabajos forzados y el hambre, o bien fueron víctimas de las técnicas de exterminio masivo empleadas por las SS.
El 22 y 23 de abril de 1945, cuando la pesadilla hubo terminado, los soldados liberaron a más de 3.000 enfermos y médicos que aún se encontraban en el campo.
En agosto de 1945, el Campo de Concentración Sachsenhausen se convirtió en un campo especial soviético. Tres meses después de finalizar la guerra, cuando Europa se vio libre de las garras del nazismo, el servicio secreto soviético trasladó su Campo Especial nº 7 a Sachsenhausen.
En el campo se mantenía apresados a los funcionarios de bajo rango del régimen nazi, algunos perseguidos políticos y a una gran cantidad de personas que fueron detenidas arbitrariamente.
El campo especial se convirtió en el más grande de la zona de ocupación soviética, hasta su desmantelamiento en 1950.
Durante los cinco años que el campo se encontró en funcionamiento pasaron por sus instalaciones unos 60.000 prisioneros, de los que más de 12.000 no lograron salir con vida.
Después de los duros acontecimientos ocurridos en el campo a lo largo de los años, en 1961 comenzó su nueva labor como lugar conmemorativo.
Durante la visita al campo de concentración, se recorren los lugares que tuvieron mayor relevancia durante los años que se mantuvo operativo. A medida que el visitante se adentra en las instalaciones, puede sentir un escalofrío al imaginar las impensables barbaridades que ocurrieron en el extenso recinto.
El Campo de Concentración Sachsenhausen no deja indiferente a ninguno de sus visitantes. Durante el recorrido por los barracones en los que se hacinaban los internos, os adentraréis en la dura historia que tuvo lugar en el recinto, visitando la enfermería, en la que muchos fallecieron debido a crueles experimentos, o tomando lugar en el patio en el que los hacían formar durante largas horas mientras algunos se desplomaban debido al agotamiento, el frío o el calor.
Si bien en otros lugares no es tan importante, para conocer bien el Campo de Concentración de Sachsenhausen es necesario hacer una visita guiada. Apenas queda nada de los que existió en su momento y la mayor parte del recinto está vacía. Sin un guía, no sabréis que hubo en cada lugar y la visita resultará totalmente descafeinada.
Algunos de los lugares más relevantes a la hora de la visita son los siguientes:
Barracón 38: Ubicado en la zona conocida como «Campo Pequeño», donde las SS hacinaron entre 1938 y 1942 a todos los prisioneros judíos, el barracón 38 es un museo que pretende ilustrar la vida de los prisioneros judíos durante su estancia en el campo. Aún se puede notar el olor a quemado en el barracón debido al incendio provocado por algunos antisemitas en el año 1992.
Edificio de celdas de castigo: Se trata del edificio que sirvió como cárcel del campo y de la Gestapo. Allí, además de encerrar a los prisioneros más importantes, se torturaba y asesinaba sin piedad.
Barracones destinados a la enfermería: No es ningún secreto que en el campo se realizaron miles de crímenes médicos, en los que se esterilizaba de forma forzosa, se asesinaba a algunos enfermos, o se realizaban peligrosos experimentos médicos a los internos.
Ubicación
Oranienburg.
Horario
Del 15 de marzo al 14 de octubre: todos los días de 8:30 a 18:00 horas.
Del 15 de octubre al 14 de marzo: todos los días de 8:30 a 16:30 horas.
Los museos cierran los lunes.
Precio
Entrada gratuita al museo y al mausoleo.
Audioguía: 3 €
Excursión a Sachsenhausen 21 €
Transporte
Tren: Oranienburg, líneas RE5, RB12 y S1.
Desde la estación hasta el campo, podéis caminar 20 minutos o tomar el autobús 804.
Lugares próximos
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